Esta es una de las preguntas más frecuentes que nos plantean los pacientes. La respuesta es no, el ojo lo que produce es la cantidad de lágrimas que necesita cada persona, pero con los años se va a producir una disminución en la producción de la lágrima natural y una alteración de los componentes de la misma, de tal manera que nuestra lágrima se evaporará más rápidamente por la alteración de su calidad, y además se producirá en menor cantidad, por alteración de la cantidad.
El añadir una lágrima artificial -de buena calidad- no va a reducir la producción basal de nuestra glándula lagrimal y sí que puede evitar que el ojo seco, que se trata de una patología crónica y que además puede ser progresiva, siga evolucionando y cada vez se haga más sintomático