La presbicia o vista cansada es un problema de visión que se caracteriza por la incapacidad de enfocar bien los objetos cercanos.

Cuando queremos enfocar algo de cerca de repente lo que antes conseguíamos ver con nitidez se vuelve borroso y nos resulta difícil leer a una distancia corta.

¿A qué edad empieza la presbicia o vista cansada?

La presbicia o vista cansada aparece generalmente pasados los 40 años, con el paso de los años el músculo ciliar del ojo que es el encargado de acomodar para enfocar los objetos cercanos va perdiendo elasticidad y se va debilitando y eso hace que aparezcan los problemas para ver de cerca.

¿Cómo se diagnóstica la presbicia?

El diagnóstico se realiza en la consulta de oftalmología realizando un test de agudeza visual cercana y comprobando además con una revisión completa que puede incluir la dilatación pupilar, el estado de salud ocular.

Durante esa consulta ya se puede realizar el diagnóstico de la presbicia y proponer una solución que puede ser bien mediante el uso de lentes correctoras para ver de cerca o gafas progresivas si fuese necesario o bien una solución definitiva mediante la cirugía utilizando una lente intraocular multifocal.

¿Se puede operar la presbicia, a qué edad se recomienda realizar la cirugía?

La presbicia se puede operar mediante el implante de una lente intraocular multifocal trifocal y es una intervención que está recomendada entre los 50 y los 55 años. En la misma operación se puede aprovechar para corregir otros defectos refractivos si los hubiese como la miopía la hipermetropía o el astigmatismo.

La cirugía se realiza al igual que la operación de la catarata con gotas de anestesia tópica y de forma ambulatoria sin precisar ingreso hospitalario y con una recuperación corta.

5 TIPS

1

Realizar una buena higiene postural y unos correctos y adecuados hábitos de lectura.

Si se pasan muchas horas delante de la pantalla del ordenador, se produce un esfuerzo acomodativo al estar continuamente enfocando sobre todo en distancias cortas lo que acaba produciendo fatiga ocular (astenopia). Para disminuir estos efectos es aconsejable realizar descansos visuales cada cierto tiempo (utilizar la regla 20-20-20), controlar el brillo de la pantalla, el tamaño de la fuente, el contraste, la posición de la pantalla que debe situarse por debajo de la línea de la mirada y mantener una buena hidratación ocular con lágrimas artificiales, sobre todo si somos usuarios de lentes de contacto.

2

Estar atentos a la aparición de cualquier síntoma como la dificultad para ver imágenes próximas o para leer sobre todo con poca luz, la fatiga visual y las cefaleas tras realizar esfuerzos visuales en visión cercana prolongados. Todos estos son síntomas de que puede aparecer la presbicia o vista cansada, pero también pueden ser síntomas de otras patologías más serias, por lo tanto, se hace imprescindible si aparece alguno de estos síntomas acudir al oftalmólogo para realizar la revisión correspondiente.

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Realizar una correcta refracción, es decir, corregir cualquier defecto refractivo por pequeño que sea ya que un pequeño astigmatismo que en visión lejana puede no suponer ningún problema, podría ser la causa de una astenopia en el esfuerzo visual prolongado de cerca.

En contra de lo que algunas personas creen, el utilizar la gafa adecuada para ver de cerca no hace que la presbicia aumente y el no usarla no consigue que la presbicia no siga su curso natural que es el de aumentar conforme vayan pasando los años.

4

A partir de los 40 años que es cuando suele aparecer la presbicia es importante realizar los controles periódicos en el oftalmólogo. No solo para diagnosticar y tratar la presbicia, sino para poder diagnosticar y tratar enfermedades tan importantes como el glaucoma que pueden pasar desapercibidas durante muchos años antes de que el paciente se dé cuenta de la pérdida de campo visual y éste sea ya irreversible.

5

Si se valora la opción de operar la presbicia junto con el resto de los defectos refractivos para poder prescindir de las gafas, es necesario el control por parte de un oftalmólogo experto en cirugía refractiva, que tras el estudio correspondiente podría decidir si el paciente es uno candidato para implantar una lente multifocal trifocal.