El uso y sobre todo el abuso de las lentes de contacto son una de las principales causas de ojo seco.

La córnea es el tejido humano con mayor número de terminaciones nerviosas sensitivas, unas 40 veces más que la pulpa dental y unas 300 veces más que la piel, por eso cualquier erosión y ya no digamos cualquier úlcera corneal produce un dolor muy intenso.

Cuando empezamos a utilizar lentes de contacto se produce una disminución de la sensibilidad, por eso después de los primeros días de uso las lentes de contacto ya no nos molestan tanto por no decir que en muchos casos ni se notan. Pero esa disminución en la sensibilidad corneal también produce que los nervios corneales no envíen información al cerebro para que produzcamos más lágrima y por lo tanto al usar lentes de contacto tenemos menos sensibilidad corneal y menos producción lagrimal.

Por otro lado, las lentes de contacto absorben agua (en este caso lágrima) para mantener su forma y permanecer hidratadas. En este sentido podemos afirmar que cuanto mayor sea el contenido en agua de la lente de contacto, es decir, cuanto mayor sea la hidratación de la misma peor será para el ojo porque nos “robará” más lágrima para mantener su forma y por lo tanto mayor será la probabilidad de que nos produzca un ojo seco. En ese sentido las lentes de contacto rígidas gas permeable serían mejor para hacer un porte en casos de que tengamos sequedad ocular y de usar lentes de contacto blandas, mejor las que sean de hidrogel-silicona frente a las de hidrogel.

También es importante destacar que los líquidos que se utilizan para limpiar las lentes de contacto y evitar la contaminación de las mismas pueden ser tóxicos para las células conjuntivales y corneales, sobre todo cuando la lente de contacto lleva restos de esos líquidos al colocarla en el ojo. En ese sentido podemos afirmar también que las lentes de contacto de uso diario, las llamadas de “usar y tirar” son mejores para el ojo. Evitamos el efecto tóxico de los líquidos de limpieza y también evitamos la posibilidad de contaminación que muchas veces los oftalmólogos observamos en los portalentes.

En todo caso, es aconsejable hacer una visita al especialista en oftalmología, tanto al principio del porte de lentes de contacto como con el paso del tiempo para saber el efecto que tienen éstas sobre la superficie ocular.

Por supuesto, si aparece cualquier síntoma tras el inicio del porte de lentes de contacto, la visita al oftalmólogo es obligada.