Las urgencias oftalmológicas sueles ser más frecuentes en verano seguramente porque el calor, la radiación solar y la práctica de deportes sobre todo acuáticos, juegan un papel importante en este aumento de casos.

Vamos a hacer un breve repaso sobre las urgencias más frecuentes y como debemos tratarlas, pero sin olvidar que siempre es conveniente acudir lo más pronto posible a la consulta de un oftalmólogo y que nunca debemos automedicarnos.

Las conjuntivitis

La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva que es una membrana mucosa que recubre la superficie ocular excepto la córnea.

Lo primero que se suele observar es una hiperemia conjuntival es decir que el ojo afectado adquiere un color rojizo. Las conjuntivitis pueden tener diferentes causas, pero las más frecuentes son las víricas y las bacterianas. Ambas son muy contagiosas, sobre todo las víricas. Los síntomas más frecuentes son además del ojo rojo, el lagrimeo, la secreción con formación de legañas, hinchazón palpebral y fotofobia (aumento de la sensibilidad a la luz). En adultos son generalmente de origen vírico y con el uso de lágrimas artificiales o suero fisiológico frío, suelen desaparecer en una o dos semanas. Pueden mejorar los síntomas si aplicamos compresas frías sobre los párpados por la mañana y por la noche. En todo caso se debe acudir al oftalmólogo para confirmar el diagnóstico ya que podría tratarse de una conjuntivitis bacteriana que requiera la prescripción de colirios con antibiótico. Es preciso realizar una buena higiene que incluya el lavado correcto de manos, evitar tocarse los ojos, no compartir toallas con los convivientes para evitar los contagios y evitar mientras dure la fase contagiosa el acudir a piscinas o centros deportivos.

Queratitis actínica solar

La exposición excesiva al sol puede provocar además de irritación conjuntival, cierto grado de afectación corneal, lo que conocemos como queratitis. Esta afectación suele producir fotofobia y dolor. Es necesario en ocasiones ocluir el ojo y siempre realizar una visita al oftalmólogo

Los cuerpos extraños oculares

La entrada de arena de playa, sobre todo cuando el viento es fuerte en la playa, es una causa muy frecuente de las consultas oftalmológicas de urgencias durante el verano.

Si estos cuerpos extraños quedan adheridos a la conjuntiva tarsal que es la que está en contacto -sobre todo cuando parpadeamos- con la conjuntiva bulbar y la córnea, se pueden producir roces sobre la córnea que dan lugar a queratitis mecánicas que pueden llegar a ser muy molestas. En estos casos al acudir al oftalmólogo, éste procede a evertir (darle la vuelta) a los párpados y eliminar los cuerpos extraños dando, si fuese necesario, tratamiento con gotas de antibióticos y lágrimas artificiales.

Los orzuelos

Los orzuelos son un motivo de consulta muy frecuente y que aún han aumentado más su número debido al uso de las mascarillas por la pandemia de la Covid 19.

Se presentan como unos bultitos rojos y dolorosos similares a un grano que se producen por la obstrucción de unas glándulas que tenemos dentro de los párpados. Suelen remitir en unos días sin tratamiento. Se puede acelerar su curación aplicando compresas calientes durante cinco minutos por la mañana y por la noche. Si no mejora en los primeros días, es conveniente acudir al oftalmólogo porque puede ser necesario drenar el orzuelo y aplicar una pomada con corticoide y antibiótico durante unos días.

La limpieza palpebral con unas toallitas oftálmicas con una solución jabonosa e incluso un antiséptico, junto con una correcta higiene de manos, el evitar tocarse los ojos y por último evitar el uso de lentes de contacto y maquillaje son parte importante del proceso curativo.

Las quemaduras químicas

Se tratan de una urgencia que requiere de tratamiento inmediato. Suelen ser también más frecuentes en verano por la realización de tareas de bricolaje donde utilizamos productos químicos abrasivos como detergentes, disolventes, desinfectantes, lejía, fertilizantes, etc.

Lo primero que debemos hacer es lavar los ojos con agua abundante para eliminar la mayor cantidad posible del compuesto tóxico e inmediatamente acudir a urgencias para proceder a una evaluación médica de urgencias. En urgencias se continuará la irrigación del ojo y los fondos de saco conjuntivales hasta que el pH se normalice y luego se aplicará el tratamiento adecuado a cada caso. Es preciso recordar que las quemaduras químicas pueden llegar a ser extremadamente graves.

La maculopatía solar

La maculopatía solar se produce por mirar directamente al sol sin utilizar las gafas apropiadas. Es una patología que en su fase inicial suele ser asintomática, pero que en los casos más severos puede llegar a producir un cuadro de pérdida de visión irreversible.

Se produce por daño macular al mirar fija y directamente al sol, pero también al realizar ejercicio al aire libre, con el reflejo del agua, la arena de la playa o la nieve, aunque en estos casos suele ser en menor proporción. Por supuesto es importante acudir cuanto antes al oftalmólogo para realizar un correcto diagnóstico y nunca durante el verano mirar directamente al sol y utilizar siempre gafas de sol adecuadas a cada estación (para la playa o para la nieve). Si compramos gafas de sol en una óptica, éstas llevan el certificado de acreditación CE de la Unión Europea con la presencia de los filtros adecuados a cada caso. También se debe observar el número que las identifica, hay 4 niveles que van del 0 al 4 siendo el 4 el de máxima protección. Generalmente suelen ser suficientes los grados 2 y 3 ya que el 4 al ser muy intenso no se pueden utilizar para conducir.

No parar con los tratamientos previos

Aunque no es una complicación causada por el verano, si que es frecuente que durante estos meses, seamos menos cumplidores con los tratamiento oculares previos. Esto es especialmente importante en los casos de ojo seco y de glaucoma. En numerosas ocasiones por las múltiples actividades sociales que realizamos en estas fechas no instilamos las lágrimas artificiales con la frecuencia necesario o nos olvidamos del poner alguna de las gotas para el glaucoma. En otras ocasiones si viajamos fuera de España nos olvidamos de llevar los colirios y luego no es posible conseguirlos en el extranjero.