DAV
DESCOMPRESIÓN AXIAL VERTEBRAL (DAV)
Es un procedimiento no invasivo para aliviar el dolor cervical, lumbar y de radiculopatías causado por hernias discales, protusiones, discos degenerados, síndrome facetario e incluso tras fracaso de cirugía, que consiste en la disminución de la presión excesiva a la que están sometidas las distintas estructuras afectadas.
Esta descompresión no quirúrgica de los discos intervertebrales ha demostrado su eficacia a la hora de disminuir el dolor y mejorar los niveles de actividad funcional de los pacientes, reduciendo los tiempos de baja a la tercera parte, suponiendo un 80% de éxito sin cirugía.
La idoneidad de este tratamiento la debe tomar un médico especializado, mediante un estudio del paciente y la aportación de las pertinentes pruebas diagnósticas. En términos generales, son candidatos al tratamiento:
- El paciente con clínica y/o evidencia radiológica de hernia, protusión o degeneración discal es el ideal.
- El paciente que presenta un cuadro clínico de dolor en glúteo, pierna y pie como resultado de una disfunción lumbar, o en un hombro, brazo o mano, como resultado de una disfunción cervical espinal.
- El paciente con la clásica afección de la raíz nerviosa: radiculopatía ciática.
- Pacientes con estenosis lateral y central pueden responder al tratamiento si no están presentes en la vértebra alteraciones secundarias severas y si la estenosis no es debida a un canal espinal estructuralmente estrecho.
- Síndrome facetario evidenciado.
- Pacientes con dolor de cuello y espalda que presentan hallazgos de degeneración discal, que han probado otras terapias en numerosas ocasiones, combinadas con programas de ejercicios, pero no han experimentado un alivio del dolor.
- Pacientes en los que la cirugía de columna ha fallado.
El tratamiento completo consiste en 20 sesiones en las que se realiza una tracción progresiva e indolora focalizada en la zona de lesión, con una fuerza de trabajo que se calcula mediante unos parámetros únicos para cada paciente en función del tipo de lesión, de su talla y de su peso.
Además, el paciente debe seguir unas pautas diarias de hidratación mediante la ingesta de agua y evitar ciertos malos hábitos que puedan perjudicar o agravar su lesión. Una vez finalizadas las 20 sesiones, es importante seguir un programa de ejercicios personalizados para fortalecer la musculatura implicada y evitar recidivas.