Con un diámetro de entre 25-30 cm el Architeuthis dux, es considerado el animal con los ojos más grandes de la naturaleza. Los ojos del calamar gigante carecen de membrana córnea (ojos oegópsidos), igual que otras especies de potas y voladores, a diferencia de los calamares verdaderos que si la tienen.
La tasa de crecimiento de un calamar gigante es extraordinariamente rápida de hecho, es el animal con la tasa de crecimiento más rápida, de ahí que en unos pocos años tengan ese tamaño descomunal.
Se han llegado a encontrar ejemplares de más de 20 m de largo y casi 300 kg de peso. Viven en mar abierto, a una profundidad de entre 300 y 1500 m en zonas donde no llega la luz y en la que sus enormes ojos les permiten vislumbrar tanto a depredadores como presas.
Uno de los aspectos más característicos de los calamares gigantes es su tendencia a mantener densidades bajas de amonio en relación con el agua de mar y así mantener su flotabilidad, eso implica que su carne esté plagada de amoníaco lo que, si bien les permite flotar sin gastar energía, los hace que no comestibles para los humanos.
Constituyen uno de los platos favoritos de los cachalotes que descienden a más de 1000 m para cazarlos. A su vez, la dieta del calamar gigante se basa en peces como el bacaladillo y en otros crustáceos.