Seguro que muchos de nosotros nos hemos preguntado en alguna ocasión como hacen o que técnica utilizan los actores para llorar en las escenas que lo precisen. ¿Cómo es posible que un actor rodeado de multitud de personas que componen el equipo de filmación y cámaras, pueda concentrarse de tal manera que pueda conseguir romper a llorar?
Una técnica consiste en permitir que el actor se concentre en la soledad de una habitación en un recuerdo muy triste que tenga de su vida y luego sacarlo para realizar la toma. Se puede ver en un documental a Gary Oldman mirando un álbum familiar (acababa de separarse de Uma Thurman) en el set de Drácula que lo llevo al punto de tristeza que buscaba Coppola para la escena en la que tenía que llorar.
El actor Jackie Cooper (1922-2011) estuvo nominado en al año 1931 al Óscar en la categoría de mejor actor por la película Skippy y cuenta como fingieron dispararle a su perro para hacer que lloraba en una escena de dicha película.
Generalmente cuando un actor se mete dentro de su personaje, suele conseguir fácilmente interpretar cualquier emoción como la felicidad, el dolor y la ira, sin embargo, conseguir romper a llorar en una escena no es algo tan sencillo.
Recordar fracasos o tristezas previas muchas veces no funciona y en algunos casos hay que utilizar trucos que provoquen el lagrimeo como utilizar gotas con cristales de mentol en los ojos para provocar el llanto, enfocar la mirada hacia una luz brillante hasta que se siente que los ojos empiezan a humedecerse y acto seguido entrar en escena e incluso el recurrir a una técnica que consiste en que un operario del equipo de grabación fuera de plano lanza unas gotas de glicerina con unas largas pajitas para que aparezcan en los ojos del intérprete dando un aspecto totalmente real a esas lágrimas que caen por la mejilla de los actores.