El ojo seco, también llamado síndrome del ojo seco (SOS), es un trastorno ocular que causa malestar, problemas visuales e inestabilidad de la película lagrimal y que puede dañar la superficie ocular. Se estima que más de 5 millones de personas en España padecen la enfermedad del ojo seco.

El síndrome de ojo seco es cada vez más frecuente. En muchas mujeres se origina a raíz de las alteraciones hormonales típicas de la menopausia. No obstante, la incidencia de este desajuste en la hidratación ocular es cada vez más habitual en personas más jóvenes. Esto se debe sobre todo a la constante exposición ante pantallas móviles, ordenadores, lentillas y sistemas  de aire acondicionado. Todos estos elementos propician la sequedad ocular y la aparición del ojo seco. El ojo seco es una enfermedad crónica y de origen diverso que afecta a la superficie ocular produciendo molestias oculares, daño sobre la córnea y conjuntiva y, en ocasiones, incluso alteraciones visuales.

Cómo se produce el ojo seco

La película lagrimal humana es una sustancia compleja que está formada por una fina capa lipídica superficial y una capa muco-acuosa más gruesa. La capa lipídica evita la evaporación lagrimal y la capa muco-acuosa facilita la adherencia a la superficie ocular. La alteración de las capas que forman la película lagrimal da lugar a una producción de lágrimas insuficiente o ineficiente lo que produce la enfermedad de ojo seco. En esta alteración de las capas oculares suelen estar involucradas las Glándulas de Meibomio que se encuentran en los párpados y son las encargadas de segregar los lípidos o grasas que mantienen el ojo lubricado e impiden que se seque.

Para más información o petición de cita, llame a los teléfonos 986 413 244 / 986 413 444.